Primavera Oaxaqueña contra la pobreza

Por Jesús Romero

La Primavera Oaxaqueña nos recuerda que la paz no es un lujo, sino el cimiento del Desarrollo.

Oaxaca vive una transformación profunda. Durante décadas fuimos conocidos por la conflictividad, los bloqueos carreteros y los conflictos agrarios que limitaban el desarrollo y agravaban la pobreza. Hoy, bajo el liderazgo del gobernador Salomón Jara Cruz y gracias a la visión humanista de la Primavera Oaxaqueña, hemos comenzado a construir un Estado distinto: con estabilidad, paz social y una política social que coloca en el centro a quienes más lo necesitan.

Así como la Primavera Árabe fue la expresión de pueblos que se levantaron contra la represión y la falta de libertades, en Oaxaca hemos dado paso a nuestra propia Primavera Oaxaqueña, una transformación que no se alimenta de la confrontación, sino de la construcción colectiva. Aquí la lucha es contra la pobreza, la desigualdad y la marginación histórica, y se libra con herramientas de justicia social: programas de apoyo directo, inversión pública responsable, seguridad con enfoque humano y diálogo permanente con las comunidades.

Los resultados comienzan a dar forma a un nuevo horizonte. Los bloqueos carreteros se han reducido en 82 %, lo que devuelve certidumbre a la economía, al turismo y a la vida cotidiana de la gente. En el ámbito agrario, se han atendido más de 50 conflictos históricos por la vía de la conciliación, devolviendo tranquilidad y certeza jurídica a miles de familias campesinas.

En materia de seguridad, entre 2023 y 2025 Oaxaca alcanzó una disminución superior al 20% en la incidencia delictiva total, además de un descenso sostenido en los homicidios dolosos. A esto se suma un dato revelador: la percepción de inseguridad bajó de más del 80 % en 2022 a alrededor del 60 % en 2025, de acuerdo con el INEGI. No son solo cifras; reflejan una vida cotidiana más tranquila y una creciente confianza ciudadana en las instituciones.

Estos avances en gobernabilidad y seguridad se enlazan con la política social propia del estado, que ha desplegado programas como Margarita Maza, Mi Primera Chamba, Crédito a la Palabra de la Mujer y los apoyos al campo de la SEFADER. Sumados a una inversión histórica en infraestructura básica, han permitido que entre 2022 y 2024 más de 280 mil personas salieran de la pobreza y 165 mil de la pobreza extrema. Son familias que hoy cuentan con acceso a alimentación, salud, educación y mejores condiciones de vida.

La Primavera Oaxaqueña nos recuerda que la paz no es un lujo, sino el cimiento del desarrollo. Sin estabilidad no hay inversión, sin gobernabilidad no hay crecimiento, y sin seguridad no puede haber justicia social. Oaxaca está dejando atrás la conflictividad para proyectarse como tierra de esperanza, con un gobierno cercano, responsable y comprometido con la dignidad de su pueblo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!