Paulina, una mixteca luchadora

A través de redes sociales, del Gobierno Municipal de Huajuapan de León se dio a conocer la historia Paulina, una chica que padece osteogénesis imperfecta.

Esta enfermedad afecta la producción de colágeno, por lo que los pacientes que la padecen sufren de fracturas con mucha facilidad.

“Mi papá me decía algo importante y se ha vuelto mi credo; las discapacidades no te las pone tu condición física o mental, ni siquiera la sociedad, las discapacidades se las pone uno, uno decide hasta dónde quiere llegar”  Paulina Vázquez Castillo, paciente de osteogénesis imperfecta.

“Tengo 25 años, soy maestra de primaria, Desde los 8 días de nacida fui a terapia física y psicológica para aceptar mi condición. Esta enfermedad afecta principalmente el sistema óseo, mis huesos son muy frágiles por lo que constantemente se rompen, también afecta la vista y el oído; y se supone que es una discapacidad física, sin embargo, estoy parada, puedo caminar, puedo moverme”, relató.

Paulina es un ejemplo. “Decidí que quería estudiar, trabajar y hacer una vida como cualquier persona; y luché por ella. Fui alumna del Centro de Atención Múltiple aquí en Huajuapan, posteriormente asistí a una escuela primaria normal de 500 a 600 alumnos, estudié en una secundaria particular, fui la preparatoria número tres, me gradué en la escuela Normal Experimental Huajuapan y me desempeño en mi segundo año laboral, a mi nada me detiene, yo decido lo que quiero hacer”.

Su fuerte determinación la llevó a superar situaciones adversas.

“Por lo mismo de mis fracturas he pasado mucho tiempo con yesos y férulas en las extremidades de mi cuerpo. Se lo que es usar una silla de ruedas y muletas; así fui a la escuela. Hasta cierto punto he sentido todas las discapacidades y no es fácil”.

Narró que su madre tuvo que enfrentar, además, comentarios como: “Para qué la llevas al doctor o la escuela, nunca va a aprender, nunca va a poder, es mejor que se muera, que se vaya al cielo con diosito porque aquí va a sufrir, para qué gastas tu dinero en sus tratamientos o terapias, para qué si al final no va a ser nada”. En este contexto enfatizó: “No es cierto, yo siempre he tenido yesos en las piernas y en los brazos, no he podido caminar o escribir, pero aquí nada me limita.”

Su enfermedad no fue pretexto para no estudiar, al contrario, le motivó; y cuando faltaba preguntaba por los temas a tratar y actividades a realizar, lo que le llevó a formarse como una persona autodidacta, gracias a lo cual fueron posible gran parte de sus estudios.

“Fue difícil sobre todo en la última etapa; que triste que cuando se supone que ya somos adultos y ya entendemos, nos encontramos con actitudes discriminatorias, tanto de compañeros como de maestros. A mí me dijeron: Qué haces aquí, para eso hay una escuela para personas como tú, personas que nadie los acepta. Me dolió y no fue fácil enfrentar ese tipo de actitudes, fue una etapa muy difícil”.

“Sin embargo, no puedo quejarme tan feo, en la primaria, secundaria y preparatoria, tanto maestros como alumnos y padres de familia estuvieron ahí apoyándome, dándome la mano, ayudándome.

“NO SOY UNA PERSONA CON DISCAPACIDAD, ES LO QUE SIEMPRE HE CREÍDO Y ESO ES LO QUE MI FAMILIA ME HA ENSEÑADO, SOY UNA PERSONA QUE NACIÓ DIFERENTE”.