Indispensable garantizar la cobertura universal de la salud

En el marco del congreso virtual “LIVES IN THE BALANCE”, diversos países del mundo se comprometieron a aportar recursos del orden de los 20.600 millones de dólares para recuperar los servicios sociales y de salud perdidos a raíz de la pandemia por COVID-19 que se afronta en el mundo.

La noticia se dio a conocer en la cumbre virtual que reunió a diversas instituciones y contó con delegados de más de 100 países, y en la que México no estuvo presente.

En su oportunidad un grupo de países y fundaciones se comprometieron a realizar aportaciones por un total de 20.600 millones de dólares, de los cuales 6 mil 600 millones de dólares, es decir, 32% del total de la promesa, proceden de fondos comprometidos por los propios países de ingresos bajos y medios, entre ellos Afganistán, India, Kenia, Liberia y Nigeria. En tanto que los otros 14.000 millones de dólares (68%) proceden de la asistencia oficial para el desarrollo y de las subvenciones concedidas por Alemania, Canadá, Suecia, el Reino Unido, los Estados Unidos y la Fundación Bill y Melinda Gates.

Helen Clark, ex Primera Ministra de Nueva Zelandia y Presidenta de la Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño (PMNCH) afirmó que: “el COVID-19 es un claro recordatorio de que no hay seguridad sanitaria sin Cobertura Sanitaria Universal. Y no podemos avanzar en la atención primaria de salud a menos que redoblemos los esfuerzos para cubrir a todas las mujeres, todos los niños y todos los adolescentes”.

Junto a ella, dos mil delegados se reunieron virtualmente en una cumbre en la cual se realizó un balance de la forma en que el COVID-19 ha influido en el avance hacia una Cobertura Sanitaria Universal (CSU), y diversos países han prometido aumentar la inversión en atención sanitaria, fortalecimiento de los sistemas de salud, programas de nutrición, seguridad alimentaria y protección social y salud y derechos sexuales y reproductivos.

“Este financiamiento garantizará que las mujeres, los niños y los adolescentes puedan acceder a los servicios de salud y a las protecciones sociales prioritarias a lo largo de los períodos de crisis y la recuperación del COVID-19”, explicó Helen Clark de a PMNCH.

Por otra parte, para conmemorar el “Día de la Cobertura Sanitaria Universal” de Naciones Unidas (12 de diciembre), se llevó a cabo la reunión denominada “Vidas en equilibrio”, en la que se hizo un llamado a que todas las naciones entreguen una atención sanitaria asequible y de calidad a todas y todos sus ciudadanos. La cumbre fue organizada conjuntamente por el PMNCH, UHC2030 y el Grupo CORE.

En la oportunidad, países como Afganistán, India, Kenia, Liberia y Nigeria anunciaron compromisos financieros y políticas internas para mejorar la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes. Por su parte, los países donantes, entre ellos, Alemania, Suecia, el Reino Unido y Estados Unidos, además de la Fundación Bill y Melinda Gates, se comprometieron a prestar más apoyo en esta esfera fundamental de la salud y el desarrollo mundial.

UHC2030 también presentó las principales conclusiones de su reciente Estado de Compromiso con la Cobertura Sanitaria Universal; síntesis 2020, que traza los progresos mundiales actuales un año después de la Reunión de Alto Nivel de Naciones Unidas que reafirmó el compromiso de los gobiernos del mundo de lograr la Cobertura Sanitaria Universal y asegurar vidas sanas y bienestar para todos para 2030.

“Las conclusiones del examen del Estado del Compromiso de la UHC2030 muestran cómo, en muchos países, los grupos pobres y vulnerables se están quedando atrás y las desigualdades se están ampliando debido a la pandemia del COVID-19”, expresó Githinji Gitahi, Director General del Grupo Amref Health Africa y Copresidente de la UHC2030. “La pandemia de COVID-19 también está exponiendo y exacerbando las debilidades de los sistemas de salud, mostrando que muchos gobiernos -ricos y pobres- no invirtieron en salud, redes de seguridad social y preparación para emergencias cuando realmente importaba: antes de que se produjera una crisis”, sostuvo.

En todo el mundo, la pandemia de COVID-19 está teniendo un enorme impacto. Los pronósticos recientes indican que podría empujar a 71 millones de personas a la pobreza extrema en el año 2020, en lo que sería el primer aumento de la pobreza mundial en más de 20 años.

Las interrupciones en los servicios esenciales se están ahora traduciendo en la disminución en los resultados en materia de salud sexual, reproductiva, materna, neonatal, infantil y adolescente. Las nuevas conclusiones del Mecanismo Mundial de Financiamiento muestran que el Covid-19 dieron lugar a una disminución del 35% en el número total de niños vacunados en Liberia; 11% en Afganistán; y del 13% en Nigeria. En Nepal, las pruebas demuestran que la reducción de los partos durante el confinamiento ha dado lugar a un aumento de las tasas de mortinatalidad.

“En los últimos años se han hecho grandes progresos para mejorar la salud y el bienestar, incluso de las mujeres, los niños y los adolescentes, y para ampliar la CSU”, indicó Lisa M. Hilmi, Directora Ejecutiva del Grupo CORE. “Sin embargo, el COVID-19 ha demostrado que los progresos pueden ser frágiles, y que deben ser protegidos”, concluyó.

 

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