Desigual uso del tiempo entre mujeres y hombres

Por Cristian Salazar

A lo largo de la historia, las mujeres y los hombres han dedicado su tiempo a actividades marcadamente distintas, en virtud de los roles de género, la etapa del ciclo de vida, rol dentro del hogar, la ocupación, el estado civil, ámbito geográfico, intereses individuales, entre otros elementos. A pesar de que hoy en día las mujeres tienen una mayor participación laboral, la sociedad sigue asignándoles las actividades del trabajo doméstico y de cuidados, mientras a los hombres se les pide que obtengan los ingresos para cubrir los gastos del hogar. La división sexual del trabajo es injusta, como bien señala Paloma Villagómez, en su artículo Cuidados e instituciones: historia de un desprendimiento (2020), el trabajo que se realiza en el espacio doméstico “consiste en transferir el producto del esfuerzo de una persona en beneficio de otra, lo que frecuentemente redunda en la concentración de recursos y poder en la parte receptora, y en la pérdida de control y autonomía en quien realiza el trabajo”.

Ante esto, los gobiernos, la academia y organismos internaciones han dedicado esfuerzos para conocer el uso del tiempo de las personas, la brecha que existe entre mujeres y hombres, así como los cambios ocurridos en un periodo determinado. A partir de ello, se pueden formular políticas públicas encaminadas a reducir estas diferencias.

En relación con esto, el pasado 08 de octubre, el Instituto Nacional Estadísticas y Geografía (INEGI) junto al Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) presentaron los resultados de la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT) 2019.

Esta encuesta se levanta desde 1996 y tiene como principales objetivos: proporcionar información estadística para la medición de todas las formas de trabajo de las y los individuos, tanto remunerado como no remunerado; hacer visible la importancia de la producción doméstica y su contribución a la economía y, en general, la forma en como usan su tiempo mujeres y hombres, así como la percepción de su bienestar, todo ello respecto a la población de 12 años y más, de áreas urbanas, rurales e indígenas.

De acuerdo con los resultados de la ENUT 2019, el tiempo total de trabajo de la población de 12 años y más en el país en una semana es de 5 661 millones de horas; de éstas, 49.4% corresponden al trabajo no remunerado, 47.9% a trabajo para el mercado y 2.8% a la producción de bienes para uso exclusivo del mercado. Del total de tiempo de trabajo de la población de 12 años y más, 5 de cada 10 horas contribuyen a la economía del país sin que medie pago alguno por ello.

¿Cómo se distribuye el tiempo de trabajo entre mujeres y hombres? Del tiempo total de trabajo a la semana las mujeres destinan 66.6% al trabajo no remunerado de los hogares, 30.9% al trabajo de mercado y 2.5% a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar; mientras que los hombres dedican solo 27.9% al trabajo doméstico, 68.9% al trabajo de mercado y 3.1% a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar.

La ENUT también brinda información sobre la distribución del tiempo total de trabajo según la condición de habla indígena. De la población de 12 años y más hablante de una lengua indígena registró que destina 40.5% al trabajo para el mercado, 51.0% al trabajo no remunerado de los hogares y 8.5% a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar. En comparación con la población no hablante de una lengua indígena, la población hablante tiene un porcentaje más alto de tiempo dedicado al trabajo de autoconsumo o de producción de bienes para el propio hogar (8.5% vs 2.4%); y respecto al trabajo para el mercado o remunerado, la población hablante presenta ocho puntos porcentuales por debajo del dato para la población no hablante (48.3% vs 40.5%).

El promedio de horas a la semana de tiempo total de trabajo de la población de 12 años y más en el país, en 2019, es de 56.6 horas; el tiempo promedio a la semana dedicado al trabajo para el mercado es de 43.7 horas, en éste participa el 61.3% de la población en este rango de edad; para el trabajo no remunerado el promedio de horas semanales es de 28.3, en el cual participa el 97.8% de la población; finalmente,  el tiempo promedio dedicado al trabajo de producción de bienes para uso exclusivo del hogar es de 0.6 horas y en este tipo de trabajo participa solo 25.9% de la población de 12 años y más.

Ahora bien, al desagregar esta información según el sexo, el promedio de horas semanales de tiempo total de trabajo para las mujeres de 12 años y más es de 59.5 horas, mientras que para los hombres se tiene un promedio de 53.3 horas. Hay una diferencia, o brecha de género, de 6.2 horas de trabajo total.

Las cinco entidades con mayores brechas en desventaja hacia las mujeres son:  Zacatecas (-12.2), Guerrero (-9.6), Oaxaca (-9.1), Sinaloa (-8.7) y Veracruz (-8,7). En contraste, las cinco entidades con menores brechas son: Campeche (-0.4), Quintana Roo (-1.0), Yucatán (-2.1), Tabasco (-3.5), y Nuevo León (-3.7).

La división sexual del trabajo es un problema estructural que es necesario medir y, a partir de ello, diseñar e implementar acciones y programas que permitan cambiar esta realidad tan desventajosa para las mujeres. Realidad que seguramente ha empeorado a causa de la pandemia y que hasta ahora no ha sido atendida por los distintos niveles de gobierno.

Correo: cristian.salazar.herrera@gmail.com

Twitter: @CristianSH1

 

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