Contralor de Oaxaca de Juárez está señalado por fraude
Oaxaca de Juárez, Oax. – El nombramiento de Adán Córdova Trujillo, nuevo contralor del municipio de Oaxaca de Juárez que encabeza Francisco Martínez Neri ha dado mucho de qué hablar.
Ya que es señalado por desfalco millonario de la pasada administración y también presenta antecedentes de corrupción y de fraude.
El panorama no luce nada alentador para la ciudadanía de la capital oaxaqueña, luego de que Córdova Trujillo fue cesado como director jurídico de la Auditoría Superior del Estado (ASE).
Su separación del cargo se logró tras comprobar una serie de actos indebidos en el desempeño de sus funciones, al descubrirse que recibía sobornos para asegurar impunidad a presidentes municipales que desviaban recursos públicos.
Sin embargo ha sido cobijado por el Partido Morena el cual tras su renuncian ante la ASE, lo premió con el cargo de presidente del Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Estatal de Combate a la Corrupción y enseguida fue cobijado por la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la 63 legislatura Local, por parte del Morenista, Irineo Molina Espinoza quien lo nombró Secretario Técnico y en la 65 Legislatura fue cobijado por los diputados del PRD.
El ahora contralor de Martínez Neri, también enfrenta acusaciones por parte del Frente Único de Ahorradores Defraudados (FUADO), tras pedirles del 10 al 20 por ciento de “moche” del dinero recuperado que entregó Gobierno del Estado a víctimas de Cajas de Ahorro.
“Córdova Trujillo nos propuso trabajar de manera coordinada para agrupar al mayor número de defraudados y así obtener mayores beneficios económicos. “Ustedes me los mandan y yo los atiendo” denunció públicamente el dirigente de FUADO.
El negro historial de corrupción, poco importa a los gobiernos de la 4T, ni al ahora presidente municipal de Oaxaca de Juárez quien con esta designación demuestra que poco le importa recuperar el dinero robado por Oswaldo García Jarquín a quien seguirá solapando, así como hacerse de personas y recursos para llevarse su propia tajada durante los próximos tres años de gobierno.