Firman convenio INAH e ITO en pro de Monte Albán
Con la firma del primer convenio de colaboración entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Centro INAH Oaxaca, y el Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO), se formalizó la relación establecida entre ambas instituciones desde hace algunos años, especialmente a partir de los proyectos de restauración arquitectónica realizados en la Zona Arqueológica de Monte Albán.
En reunión efectuada en las instalaciones del Museo Casa Juárez, en la ciudad de Oaxaca, se destacó que desde el fuerte sismo que cimbró Oaxaca en 1999, el ITO brindó apoyo para la valoración de los daños estructurales que registró el sitio arqueológico. A partir de entonces, ambos institutos se conformaron como grandes aliados para la restauración de las antiguas edificaciones.
Asimismo, con los sismos de 2017, de manera consecuente, el ITO también participó en los proyectos de conservación de la zona y se comprometió a tal grado que, aun con la contingencia sanitaria derivada de la COVID-19, abrió su laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra para hacer los análisis necesarios sobre mecánica de suelos y resistencia de materiales para la restauración de elementos originales en Monte Albán; al tiempo que ello sirvió como una actividad de interés curricular para los estudiantes.
Durante la firma del convenio, encabezada por el titular del Centro INAH Oaxaca, Omar Vázquez Herrera, y el director del Instituto Tecnológico de Oaxaca, Fernando Toledo Toledo, se informó que el acuerdo servirá para enmarcar y extender la presencia del ITO como uno de los grandes aliados de Monte Albán y de toda la arqueología de Oaxaca, toda vez que los sismos -fenómenos impredecibles y recurrentes- pueden ser atendidos con una mejor preparación y perspectiva profesional.
De esta manera, también se establece un vínculo, posible de extenderse más allá de los eventos sísmicos, para que la plantilla académica de Monte Albán cuente con un grupo de estudiantes de los últimos años de las ingenierías y académicos del ITO, para que se analice permanente y sistemáticamente la naturaleza estructural de los monumentos, así como su estabilidad.
Al respecto, la directora de los proyectos “Conservación de los Edificios Dañados por los Sismos de 2017 en la Zona Arqueológica de Monte Albán-Atzompa” y “Arqueológico del Conjunto Monumental Atzompa”, Nelly Robles García, abundó que desde hace cuatro años, en Monte Albán se sumaron estudiantes de Ingeniería Civil del ITO en las tareas de restauración, trabajando directamente con los arqueólogos y aplicando sus conocimientos con las tecnologías de diagnóstico del sitio.
Agregó que los alumnos también han participado en las propuestas técnicas para la restauración de laderas, paramentos y rellenos con materiales mejorados, y otros aspectos arquitectónicos de la Zona Arqueológica, en las que su acercamiento profesional aportó una parte importante de conocimiento para una mejor restauración.
El ITO ha hecho una gran inversión en su Laboratorio en Ciencias de la Tierra y en sus carreras de Ingeniería Civil, así como en otras que tienen conocimientos potenciales para ayudar a estabilizar las estructuras prehispánicas de Monte Albán, así como su infraestructura moderna, en instalaciones y de apoyo técnico.
Tras indicar que en Monte Albán se han iniciado los estudios de las estructuras arquitectónicas, la arqueóloga Nelly Robles indicó que “los arqueólogos estudiamos los elementos de las épocas prehispánicas que existen en Monte Albán, pero es importante respaldar los aspectos arqueológicos, con razonamientos técnicos. Para la conservación de los monumentos es necesario ahondar sobre cómo están hechos, cómo trabajan los edificios y sus materiales con el paso del tiempo; en particular, cada uno de ellos, porque no es lo mismo un monumento grande, que uno pequeño con una estructura aislada y sencilla”.
En este sentido, dijo, se busca contar con estudiantes capacitados y asesorados por sus profesores, para establecer líneas de estudio sobre estructuras y el entorno de Monte Albán; al tiempo que para los alumnos sea una oportunidad de colaboración en el rescate y restauración de estos emblemáticos monumentos. De este modo, cuando sucedan sismos, apuntó, se tendrá más claro qué es lo que se ha dañado, y de la mano de los profesionistas del ITO se responderá de manera más eficiente y pronta a la emergencia.
El convenio, detalló la investigadora, considera la colaboración del ITO hacia Monte Albán y Atzompa, pero también se puede extender a cualquier otra zona arqueológica que necesite este tipo de apoyo.
Asimismo, el acuerdo es el preámbulo para la firma de otros con instituciones de educación superior, como la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, cuyos estudiantes de arquitectura han colaborado también en proyectos de restauración de los monumentos; y con la Universidad Tecnológica de la Mixteca.
Durante la firma del convenio también estuvieron, por parte del ITO, el subdirector de Planeación y Vinculación, Julio César Villalobos García; la subdirectora Académica; Gladis Yolanda D. Castellanos Hernández, y la jefa del Departamento de Gestión Tecnológica y Vinculación, Raquel López Celis; y por parte del INAH, el subdirector de la Zona Arqueológica de Monte Albán, David Andrade Olvera; el director del Museo de las Culturas de Oaxaca, José Luis Noria Sánchez, y el titular del Museo Casa Juárez, Osvaldo Sánchez Flores.