Salud mental en el deporte

Gozar de salud es más importante que ganar una competencia. Actualmente el éxito de los deportistas se mide por el número de campeonatos, medallas, trofeos, anunciantes, likes y dinero. Sin embargo, “la salud mental de los deportistas se pone en riesgo por las altas expectativas, por la exposición mediática y la necesidad de resultados” de acuerdo con un artículo de Víctor Ferrand, periodista en temas deportivos del Diario Hoy en República Dominicana. Asimismo la OMS, al mando de Tedros Adhanom, define la salud mental como un estado de bienestar en el que la persona es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. La salud mental es importante para todos los seres humanos, deportistas o no. A continuación, algunos deportistas que luchan o lucharon contra su peor enemigo; su propia vida.

 

Michael Phelps y Naomi Osaka. Phelps fue campeón de natación, y obtuvo un éxito deslumbrante, tras competir en cuatro Juegos Olímpicos, sin embargo, reconoció en 2014 haber pensado en el suicidio, y manifestar constantemente que no quería vivir más. Otra deportista con este tipo de problemas es Naomi Osaka, tenista japonesa, quien generó muchas expectativas en las olimpiadas de su país, no obstante, antes de la competencia internacional fue noticia, debido a su decisión de retirarse del circuito profesional por sus dificultades con la exposición mediática. Actualmente continúa siendo noticia, debido a que sigue analizando la posibilidad de retirarse.

 

Simone Biles. La deportista estadounidense se retiró de diferentes competencias finales, que disputaría en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en gimnasia deportiva. Logró participar en la final de barra obteniendo una medalla, pero se quedó muy lejos de las expectativas que había sobre ella. El caso de esta atleta ha inspirado a diferentes deportistas. Por ejemplo, el periódico El Español tituló hace unos días: “El ejemplo de Simone Biles llega al surf: el tricampeón Gabriel Medina hará un parón por su salud mental”.

 

Andrés Iniesta. En el futbol se han registrado varios ejemplos. Hace unos años el ex Barsa y quien convirtió el único gol en la final del mundial que ganó La Roja, manifestó problemas de salud mental. En aquel partido “cuando metió el gol se quitó su camiseta en el festejo mostrando otra que hacía referencia a su gran amigo Dani Jarque, muerto de manera trágica e inesperada. Tiempo después, Iniesta decidió contar al mundo su calvario con el objetivo de mostrar esa parte, normalmente oculta, de la vida de los deportistas”.

 

Gianluigi Buffon. El portero italiano, “logró lo que cualquiera futbolista sueña. El arquero debutó en el Parma a los 17 años. Tiene 44 y sigue jugando. Ganó un Mundial con la selección italiana en 2006 y otra veintena de títulos nacionales e internacionales. Es el jugador con más partidos disputados en la historia de la Serie A italiana. Algunos lo llaman Superman. Tiene fama y dinero. Las exigencias y el ritmo de vida repetitivo de los futbolistas lo llevaron a una gran depresión cuando tenía 26 años. Tiempo después y como introspección, Buffon escribe una carta a su “yo” de 17 años”.

 

Más allá del espíritu deportivo y de estas historias, habrá quienes no compartan la frase de: “Lo importante no es ganar, sino competir”, emitida por el Barón Pierre de Coubertin y que dio origen a las competencias olímpicas, como hoy las conocemos. Sin embargo, la introspección con el alma y el espíritu alimentan las canchas deportivas y lo más importante la propia vida.

Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco

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