Realza tus pómulos con este ejercicio de yoga facial, según una experta en belleza natural
Además, esta práctica también ayuda a disimular el surco nasogeniano. Pero es importante hacer el ejercicio como dice la experta, ya que si no, podemos conseguir el efecto contrario.
Un reciente estudio realizado por la marca Reebok reveló que más de 5,6 millones de personas en España practican yoga cada semana, lo que equivale al 12% de la población nacional. Y es que se ha comprobado que esta disciplina ayuda a calmar el estrés y la ansiedad, a dormir mejor y a sentirnos físicamente más fuertes. Sin embargo, no todo el mundo conoce el yoga facial, una rama de esta práctica enfocada exclusivamente en el rostro.
El yoga facial consiste en una serie de ejercicios y masajes dirigidos a tonificar los músculos de la cara, mejorar la circulación sanguínea y estimular la producción de colágeno. Al igual que el yoga tradicional trabaja los músculos del cuerpo, el facial busca fortalecer y relajar las diferentes zonas del rostro. Por todo ello, en los últimos tiempos, esta disciplina está ganando adeptos gracias a sus efectos rejuvenecedores y terapéuticos.
Hay estudios y casos reales que demuestran que con una práctica constante, se pueden reducir líneas de expresión o arrugas, prevenir la flacidez y conseguir una apariencia más joven y luminosa. De hecho, la experta en belleza natural María Rodríguez (@merygarbeauty) ya acumula casi 250.000 seguidores en TikTok por su contenido sobre el yoga facial.
Y justo en esta red social, Rodríguez ha explicado detalladamente cómo llevar a cabo un ejercicio para realzar los pómulos sin necesidad de una malarplastia, o lo que es lo mismo, la cirugía estética de pómulos para aumentar o reducir la zona y dar más armonía a la cara.
Cómo hacer bien el ejercicio de yoga facial y realzar los pómulos
Según cuenta la experta al principio del vídeo, este ejercicio no solamente realza los pómulos, sino que también disimula el surco nasogeniano, es decir, la línea que discurre entre la nariz y la boca y que, en ocasiones, puede contener arrugas a medida que van pasando los años.
Dice María Rodríguez que el error más común cuando llevamos a cabo esta práctica es tensar la mandíbula y, si hacemos mal el ejercicio, cuidado, porque “podremos provocarnos un dolor parecido al bruxismo, pero aparte, sobreentrenaremos la mandíbula y esto hará que se desarrolle un poco más”, explica.
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Para ello, María Rodríguez nos dice que hemos de relajar la mandíbula y, cuando ya la notemos suelta, metamos los labios superiores por dentro de los dientes. Ahora, en esta posición, debemos llevar la comisura de los labios hacia las orejas repetidas veces. Si no nos sale, podemos poner las manos en las sienes y estirar ligeramente hacia atrás para evitar que arruguemos las patas de gallo.
Cómo última recomendación, la experta en belleza natural dice que pongamos nuestros dedos sobre la mandíbula para comprobar que hay tensión y que estamos realizando correctamente el ejercicio. María afirma que es vital hacer bien la práctica para notar los resultados, pero sobre todo, para no provocar el efecto contrario.
