Los científicos descubren criaturas que viven debajo del suelo marino profundo

La vida animal está floreciendo bajo el lecho marino, según un nuevo estudio de los respiraderos hidrotermales de aguas profundas, lo que sugiere que este misterioso paisaje tiene ecosistemas complejos.

Investigaciones anteriores habían encontrado microbios viviendo bajo tierra cerca de las fumarolas hidrotermales, pero este es el primer descubrimiento confirmado de animales más grandes como gusanos y caracoles en el hábitat subterráneo.

Las fumarolas o respiradores hidrotermales son aberturas en el lecho marino donde se encuentran las placas tectónicas de la Tierra; ahí, el agua de mar se mezcla con el magma de debajo de la corteza terrestre. Se cree que gran parte del fondo oceánico es casi inhabitable, pero alrededor de los respiraderos hidrotermales hay una explosión de vida.

Anteriormente ya se había encontrado comunidades de camarones, cangrejos, gusanos tubulares, mejillones y cientos de alrededor de estas fumarolas, pero no debajo. Se les conoce como “extremófilos”, o vida que puede sobrevivir a temperaturas y presiones extremadamente altas. Estos organismos no sobreviven con la energía del sol, que alimenta la red alimentaria en otras partes de la Tierra, sino con los nutrientes producidos cuando el agua de mar se mezcla con el magma.

Un descubrimiento inesperado en el fondo del océano

Con el objetivo de comprender cómo se asientan los gusanos tubulares en los respiraderos hidrotermales, la bióloga marina Sabine Gollner y su equipo de investigación del Real Instituto Holandés de Investigación del Mar navegaron hasta la Dorsal del Pacífico Oriental, una cresta volcánicamente activa en el fondo del Océano Pacífico, en julio de 2023. Allí, enviaron un robot operado a distancia en una serie de inmersiones a una fumarola hidrotermal ubicada a 2515 metros de profundidad.

Encontrar larvas de gusano tubular y gusanos tubulares adultos viviendo en las pequeñas cuevas podría ser un gran avance en la comprensión del ciclo de vida de esta especie. Los investigadores creen que las larvas de gusano tubular podrían dispersarse por todas las cavidades, algunas asentándose y creciendo en grietas en el fondo marino, y otras permaneciendo en las cavidades y creciendo hasta la edad adulta allí, lo que significaría que el fondo marino y las pequeñas cuevas debajo son un ecosistema interconectado, donde los flujos de agua fría y cálida se mezclan y facilitan el crecimiento del gusano tubo.

“El ecosistema de respiraderos [hidrotermales] en esta área no se limita a lo que vemos arriba, sino que también incluye la vida en el subsuelo”, dice Gollner.

Para preservar a estos extremófilos únicos, los científicos dicen que es necesario proteger legalmente una mayor parte del lecho marino. Pero eso puede ser un desafío porque muchos de estos ecosistemas también contienen minerales raros que pueden impulsar nuevas tecnologías.

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