La necesidad de repasar lecturas
Cuanta razón de Juan Ascencio sobre esa imperiosa necesidad. Corroborar la continuidad del mito con el hecho histórico, sumergirse en “La Ilíada y Odisea”, con el misterio de su autoría en la última, donde en ambas, Homero nos deslumbra con las hazañas de semidioses.
Aquiles y su ira y el osado Héctor que lo enfrenta solo para morir. La astucia de Ulises que rehúye a una diosa para volver a Penélope, la mujer que teje de dio, para destejer en la noche. Y la mítica Ilion cuyos restos a 20 kilómetros nos revelan la esplendida Pérgamo.
Helena raptada, como tantas otras mujeres, recordemos Las Sabinas, enigma sin descifrar. Después los inicios históricos de la Madre Grecia con su cúmulo de Ciudades-Estado, todas con sus dioses propios y propias Constituciones.
Y el predominio de los 30 Dictadores y del Areópago que Pisístrato y Efialtes habrían de aniquilar para dar paso a la esplendida, única, Era de Pericles, con su Pleyade: Anáxagoras, Sócrates, Fidias y Aristóteles, sembrador de la POLÍTICA que anticipa en mil años el HUMANISMO, histórico pináculo del Hombre como hacedor de la, de su Historia…
En plenitud, esa Grecia, vence a los persas y revela el sacrificio de los 300 y de Leónidas en Las Termopilas 50 años después La Guerra del Peloponeso que Tucídides nos cedió magistralmente.
Esa derrota marca la declinación de Grecia y registra el enorme costo de la división de atenienses y espartanos. Hoy Grecia en su territorio aun alumbra al mundo con magnificas pruebas de su inigualable arquitectura.
Volver a los libros nos corrobora que a esta herencia se suman aporta tesoros culturales en la filosofía, la literatura, el derecho, el muralismo, el teatro, la tragedia y en todos los espacios de una sociedad todo paridora.
Nuestros tiempos tienen mucho por aprender de una de las cunas de la civilización que, por añadidura, cimento el proto capitalismo que corrió parejo con los fenicios. Esta breve nota, abona nuestra convicción: ¡retornemos como Ulises a Ítaca!