Invertir en mujeres impulsará el progreso económico de México
Mejorar las condiciones laborales de la mujer, generar más fuentes de empleo para ellas, invertir en su educación, incluirlas en el sistema financiero, entre otros aspectos, son acciones necesarias para su desarrollo y el del país, coincidieron expertas en el webinar “Nueva normalidad, solidaria, justa, feminista, local e igualitaria”.
Alicia Girón González, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, aseveró que es necesario priorizar a las niñas y mujeres en el Plan Nacional de Desarrollo.
Las horas al día que dedican las mexicanas a las actividades sin goce de sueldo son más de seis con respecto a los hombres, quienes apenas ocupan dos, resaltó durante el cuarto conversatorio titulado “Invertir en las mujeres”, organizado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
La igualdad de género en su relación con muchos objetivos del progreso sostenible, se tiene que lograr a través de políticas públicas y una reforma fiscal que ayuden a acabar con la pobreza, así como a mejorar el bienestar, la salud y educación para toda la población.
Con la educación a distancia tenemos la oportunidad de compartir contenidos con perspectiva de igualdad con niñas y niños, que serán trabajados por la Secretaría de Educación Pública, y también Inmujeres podrá generarlos, expresó Girón González.
La funcionaria federal dijo que para lograr su empoderamiento económico se requiere de la inclusión financiera y digital, así como de las tres ‘R’: redistribuir, reconocer y reducir el trabajo no remunerado.
En tanto, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, afirmó que la COVID-19 ha propiciado la peor contracción económica de los últimos 100 años en la región, y con ello se agudizan desigualdades de género y las necesidades específicas de las féminas son clave para la recuperación económica sostenible.
Esta pandemia –continuó– profundiza brechas en el mercado laboral con 21 millones de mujeres desocupadas en 2020, es decir, ocho millones más que en 2019; mientras que más de la mitad de las ocupadas están en sectores de alto riesgo de ser afectadas por la contracción económica.
En el caso de México, han desistido de buscar empleo principalmente por falta de sistemas de cuidado para infantes, ancianos y enfermos, destacó.