Hallan la primera momia de un diente de sable en Siberia.

Este cachorro extraordinariamente bien conservado podría ayudar a los científicos a responder preguntas sobre la anatomía, caza e, incluso, el pelo del dientes de sable.

Durante casi dos siglos, los paleontólogos se han preguntado cómo eran realmente los dientes de sable. A pesar de los modelos en museos, el paleoarte dramático e incluso un lugar protagónico en las películas de la Ice Age: La edad de hielo, la aparición de estos depredadores de colmillos largos ha sido un misterio. Lo único que los expertos han tenido para trabajar son huesos fosilizados y alguna que otra huella. Ahora, un cachorro congelado encontrado en el permafrost siberiano ha proporcionado al mundo un vistazo de un dientes de sable que vagaba por el hemisferio norte hace unos 32 000 años.

“Estaba muy emocionada de ver un espécimen tan increíble”, dice Ashley Reynolds, un paleontóloga del Museo de Ciencias Naturales de Canadá que no participó en la nueva investigación. A pesar de que se han encontrado mamuts momificados y otros herbívoros en la misma región de Rusia, los superdepredadores son raros en comparación con sus presas. El descubrimiento de una momia dientes de sable siempre pareció una posibilidad remota, ya que las presas tienden a superar en número a los depredadores en la naturaleza.

En 2020, “el cadáver congelado y momificado fue encontrado por excavadores que buscaban colmillos de mamut”, dice el paleontólogo A.V. Lopatin, de la Academia Rusa de Ciencias. Lopatin y sus colegas se mostraron “sorprendidos y encantados” al estudiar el espécimen que describieron 14 de noviembre en la revista Scientific Reports.

El cachorro congelado no solo proporciona el primer vistazo a cómo era un gato dientes de sable en la vida real, señala Reynolds, sino que también representa una etapa de la vida de la que los paleontólogos saben menos, ya que la mayoría de los fósiles son de animales adultos.

Ver una piel de dientes de sable real

Lopatin y sus coautores identificaron al cachorro como un bebé Homotherium latidens. El carnívoro, a veces llamado dientes de cimitarra por sus dientes caninos más cortos y dentados diferentes a los afilados colmillos del Smilodon, era un depredador larguirucho y de amplio alcance que se adaptaba mejor para correr detrás de sus presas que las técnicas de emboscada utilizadas por el famoso Smilodon. Se encuentraba tanto en Eurasia como en América del Norte, el felino cazaba mamuts juveniles y otra megafauna. Algunos yacimientos fósiles como cueva de Friesenhahn en Texas apuntan a que los felinos a veces hacían madrigueras en cuevas para criar a sus cachorros.

Sin fósiles que conserven tejidos blandos como el pelaje, el músculo y la piel, los paleontólogos han debatido cómo sería la apariencia del Homotherium. Por ejemplo, los ilustradores a menudo han representado dientes de sable con las puntas de sus caninos sobresaliendo por debajo de sus hocicos, lo que puede haber sido cierto para algunas especies como Smilodon. Pero un análisis de 2022 sugirió que Homotherium tenían hocicos profundos, donde estaban los sables del felinos eran “armas ocultas” cubiertas por el labio superior cuando la boca estaba cerrada.

Incluso con la momia, la cuestión de si los adultos de Homotherium tenían colmillos cubiertos es un desafío. Lopatin señala que el labio superior del cachorro es más del doble de amplio que el de un cachorro de león moderno, dando más razones a la teoría de que el Homotherium tenía labios capaces de ocultar los largos caninos que tendrían como adultos. Reynolds advierte, sin embargo, que el cachorro aún no tenía sus dientes de adulto. Solo una momia de un Homotherium adulto puede zanjar ese debate. El “gatito de dientes de sable” sugiere que todavía se podría llegar a descubrir una momia Homotherium adulto.

En otros aspectos, la anatomía del cachorro confirma lo que los paleontólogos esperaban de los huesos. “El cachorro tenía los músculos del cuello agrandados que se cree que también pasaba en los adultos y también tenía las extremidades delanteras largas y musculosas que se ven en los Homotherium adultos”, dice Margaret Lewis, un paleontóloga de la Universidad de Stockton en Nueva Jersey (Estados Unidos) que no participó en el nuevo estudio. La mandíbula del cachorro también era capaz de dar grandes bocados como los que los Homotherium adultos usaban para morder a sus presas, señala.

El color del felino extinto era otra pregunta gran pregunta sin resolver. Los colores modernos del pelaje de los felinos tienden a asociarse con su entorno de caza. Los leones, pumas y gatos que viven en hábitats abiertos y cubiertos de hierba a menudo tienen pelajes ligeros y relativamente uniformes. Dado que Homotherium merodeaba por la fría “estepa del mamut”, con pocos árboles pero mucha hierba, parecía probable que el gato también tuviera un pelaje adecuado para mezclarse en los amplios espacios abiertos.

“El color marrón oscuro uniforme del pelaje de la momia resultó ser completamente inesperado”, dice Lopatin. Al igual que un conjunto de cachorros de león de las cavernas encontrado en el permafrost hace varios años, señala Lopatin, es probable que los Homotherium nacieran con un color de pelaje más oscuro que se aclaraba a medida que se hacían adultos.

“Es fascinante que no parezca haber manchas o rayas en los cachorros”, dice Reynolds, ya que tales patrones son comunes entre los gatos modernos, incluso en especies que tienen pelajes más uniformes cuando son adultos. Lewis señala que los animales congelados a menudo tienen un tinte rojizo, por lo que el pelaje actual del cachorro podría no reflejar su color en vida. Los análisis genéticos del pelaje podrían ayudar a aclarar el verdadero color de los Homotherium.

Dientes de sable frente a los gatos modernos

Los expertos seguramente seguirán examinando al cachorro durante algún tiempo. Es el primer ejemplo de una momia de la Edad de Hielo para una especie de mamífero que no tiene un equivalente moderno para comparar. Los dientes de sable se especializaron en la caza de mamuts y otra megafauna, y perecieron cuando sus presas de tamaño gigante desaparecieron debido a una combinación de cambio climático y actividad humana. Ningún felino vivo caza de la forma en que lo hacían, por lo que el tejido blando del fósil agrega una gran cantidad de detalles que los paleontólogos solo podían adivinar cuando solo partían de los huesos.

Incluso las diminutas patas del cachorro están proporcionando nuevos conocimientos. “Las almohadillas de las patas de cada dedo del pie son mucho más redondas que las de un león”, señala Reynolds, y el cachorro carece de una almohadilla carpiana distintiva que se encuentra más arriba en la pata de los gatos modernos. La razón no está clara, pero investigar las diferencias podría ayudar a los expertos a discernir mejor en qué se diferencian los dientes de sable de los grandes felinos actuales.

Los Homotherium y sus parientes no eran solo leones con largos colmillos, sino depredadores que evolucionaron en un mundo muy diferente habitado por una serie de extraños gigantes. El cachorro congelado ofrece una conexión tangible con esa época, cuando los dientes de sable acechaban las llanuras.

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