El pavor de los traidores
Un breviario histórico… Miguel Miramón dos veces insurrecto contra gobiernos mexicanos. La segunda ocasión fue ferviente partidario de Maximiliano de Habsburgo. La tenacidad de Benito Juárez, sin ayuda alguna de Abraham Lincoln, sepultó los sueños imperiales del austriaco.
Enjuiciados Maximiliano, Miramón y Mejía (este último Tomás porque Ignacio fue juarista) fueron condenados a ser fusilados. Se desató una avalancha de peticiones de perdón de Juárez para Miramón. No les importaban Mejía y Miramón. Este último aportó varias excusas por su identificación con el fugaz Emperador.
A su defensor le escribió “suplico a usted defienda mi honra como lo ha hecho hasta aquí. No soy un traidor, si lo fuera aun duraría la dominación extranjera porque la habría sostenido con mi espada, pero he amado a mi Patria demasiado (¡sic!) para permitir en ella un yugo extranjero”.
Podemos calificar a Miramón de extraviado mental y….presumido. El 19 06 de 1867, tres días después el trío fue pasado por las armas en el Cerro de las Campanas. ¿Qué argumentos tendrán los Traidores a la Patria de nuestros días? Los diputados que votaron a favor de las empresas extranjeras y los presidentes neoliberales que concesionaron el 60 % del territorio nacional a extranjeros?