El error de lavar el cabello por la noche, según experta en dermatología
Este fallo que muchas personas realizan, por falta de tiempo, puede tener consecuencias a largo plazo en la salud capilar
Eres de los que prefieren lavar su cabello por la noche? Aunque esta rutina puede parecer práctica o relajante, podrías estar pasando por alto un detalle crucial que afecta directamente la salud capilar.
Un reciente consejo en un artículo de Vogue de una dermatóloga experta ha sacado a la luz un hábito común que, sin saberlo, podría estar comprometiendo el bienestar de tu cabello y cuero cabelludo.
¿Cuál es el error que cometemos?
En el debate sobre si es mejor lavarse el pelo por la mañana o por la noche, los partidarios de la rutina nocturna podrían estar enfrentándose a un problema que compromete la salud capilar.
egún la dermatóloga Clara Lacasta, del equipo médico de IMR, acostarse con el cabello húmedo, una práctica más común de lo que parece, puede tener consecuencias negativas tanto para el cabello como para el cuero cabelludo.
Este error que muchas personas cometen, bien por falta de tiempo o porque creen que puede darle un estilo más relajado al cabello, puede tener consecuencias a largo plazo.
La doctora Lacasta advierte que este hábito es un caldo de cultivo para problemas como la dermatitis y los hongos en el cuero cabelludo.
Además, cuando el cabello está mojado, se encuentra en su estado más frágil. «El cabello mojado se rompe más fácilmente, ya que su estructura está más débil», explica Lacasta.
¿Cómo evitar este problema?
Un correcto secado del cabello es fundamental para evitar los problemas derivados de la humedad, como el debilitamiento de las hebras, el quiebre y la aparición de hongos o dermatitis en el cuero cabelludo.
Según la experta en dermatología, el secado adecuado no solo protege la salud capilar, sino que también mejora el aspecto y la textura del cabello. Los pasos ideales a seguir serían:
- Retira el exceso de agua: antes de usar el secador, elimina la mayor cantidad de humedad utilizando una toalla suave. Es preferible emplear una toalla de microfibra o algodón, que absorbe el agua sin causar fricción innecesaria, evitando así el daño en la cutícula del cabello. Es importante no frotar el cabello con fuerza; en su lugar, presiona suavemente para absorber el agua.
- Uso correcto del secador: el secador es una herramienta clave, pero debe utilizarse con precaución. Lo ideal es mantenerlo a una distancia de cuatro a seis centímetros del cabello para evitar un daño directo por calor. Configúralo a una temperatura media y una velocidad moderada para un secado uniforme y seguro.
- Secado casi completo antes de dar forma: Lacasta enfatiza que el cabello debe estar prácticamente seco antes de usar herramientas como cepillos redondos para moldearlo o darle forma. Esto reduce el riesgo de quiebre, ya que el cabello mojado es más débil y susceptible a los daños.
- Finaliza con aire frío: una vez seco, aplicar un golpe de aire frío ayuda a sellar la cutícula del cabello, fijar el peinado y minimizar el frizz.
¿Por qué es importante un buen secado?
El cabello mojado es mucho más vulnerable que cuando está seco. En este estado, las cutículas, la capa externa protectora del cabello, se encuentran abiertas, lo que lo hace propenso al daño mecánico y a la acumulación de microorganismos en el cuero cabelludo.
Dormir con el cabello húmedo agrava estos riesgos, ya que la falta de ventilación en la noche favorece un ambiente húmedo, ideal para el desarrollo de hongos.
Un buen secado no solo evita estos problemas, sino que también mejora la manejabilidad del cabello y potencia los tratamientos o productos aplicados. Es una inversión diaria en la salud capilar que, a largo plazo, resulta en un cabello más fuerte, brillante y saludable.
Y¿qué pasa si lavas el pelo todos los días?
Un mito extendido es que lavarse el cabello diariamente causa caída. Sin embargo, la dermatóloga desmiente esta idea. «Si el cabello se ensucia con frecuencia debido a la grasa o el sudor, es completamente seguro lavarlo a diario«, asegura.
De hecho, cada lavado puede convertirse en una oportunidad para hidratar y nutrir el cabello usando acondicionadores y aceites específicos para las puntas.