El entretenimiento como discurso político

Estas últimas semanas los ojos del mundo han estado puestos en la frontera entre Rusia y Ucrania, los más reciente acontecimientos siguen preocupando al mundo ya que la conglomeración de personal militar en el campo y la movilización de materiales para el combate siguen presentando un escenario en el que el estallido de una guerra abierta entre ambos bandos continúa siendo una gran posibilidad, a pesar de todos los esfuerzos por resolver el conflicto a través de la diplomacia.

Ante esta situación quiero invitar a hacer una reflexión acerca de la guerra, no como esa “extensión de la política por otros medios”, como diría Von Clausewitz, sino sobre sus representaciones dentro de los productos de la industria del entretenimiento, particularmente en el mundo de los videojuegos, el cómic y el cine.

Es importante reflexionar acerca de esto, porque por su popularidad y fácil acceso, estos productos de entretenimiento son algo que consumimos dentro de nuestra vida cotidiana y que están alcance de casi toda la población. Directores y desarrolladores ponen en sus creaciones su forma de ver y entender el mundo y cuando se trata de un tema tan complejo como la guerra o cualquier conflicto político, es natural que busquen presentar su interpretación de los hechos y trasmitan su posicionamiento en torno al tema a través de sus narrativas y representaciones en la pantalla o medios impresos.

Particularmente el tema de la guerra ha sido uno de los que más ha inundado los productos de entretenimiento. Desde la época de la Segunda Guerra Mundial ha existido un sinfín de representaciones en el cine y cómic con el objetivo de reproducir un discurso en contra del fascismo y defender los valores de la libertad. Definitivamente uno de los ejemplos más representativos de está época fue la creación del Capitán América, un personaje que desde sus orígenes buscaba convencer a los jóvenes a alistarse al ejército promoviendo el patriotismo y un sentido del deber al luchar contra el fascismo. Incluso en sus representaciones más modernas en el universo cinematográfico de Marvel continúa defendiendo dichos valores que le dieron origen y representan el ideal estadounidense.

Otro ejemplo, es el género de las invasiones extraterrestres, no es casualidad que estás películas hayan tenido un gran auge durante los años de la Guerra Fría y tampoco es casualidad que, en estos filmes, aquellos seres “extraños” que vienen a destruir “nuestra” civilización provengan del planeta “rojo”. Rojo como la bandera de la Unión Soviética y el color con el que se asocia a los partidarios del comunismo. Tras los atentados del 11-S, la industria del entretenimiento y particularmente de los videojuegos comenzó a producir representaciones de la guerra contra el terrorismo, llama mucho la atención porque el videojuego ofrece una nueva capa de interacción en la que el jugador toma un rol activo dentro de la historia y llega a adentrarse en una representación realista de la guerra.

¿Esto significa que los productos de entretenimiento son solo propaganda o que los videojuegos son malos por inducir a una conducta violenta? No, absolutamente no. De la misma manera que ha habido creaciones que podrían entenderse como propaganda dura y pura, también han existido obras que muestran un posicionamiento opuesto a los discursos hegemónicos, que hacen crítica de la guerra mostrando sus consecuencias o crean experiencias inmersivas con mensajes en contra de la violencia. Un ejemplo de esto es un videojuego que se llama “This War of Mine” en el que tomas el rol de un grupo de supervivientes y refugiados que tienen como objetivo vivir un día más en una ciudad asolada por la guerra.

Prácticamente es imposible dejar de consumir estos productos ya que forman parte de nuestra vida cotidiana e incluso de nuestra cultura, hemos abrazado estos productos como parte de nosotros hasta el punto de que se han formado legiones de fans de estos productos alrededor del mundo, y mientas la industria del entretenimiento siga generando millones de dólares, más y más franquicias seguirán saliendo al mercado. Por esa razón creo que es pertinente reflexionar en torno a los posicionamientos políticos que se nos ofrecen a través de estos medios y ser plenamente conscientes de que los productos de entretenimiento son una herramienta más con la cual, autores y directores, transmiten sus valores e interpretaciones del mundo en el que vivimos. Por eso mismo, al momento de ver una película o jugar un videojuego con temáticas tan complejas como la guerra, siempre debemos preguntarnos ¿Qué mensaje me está queriendo transmitir esta historia?

Twitter: @AngeloRuiz96

 

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