A la inseguridad en Sinaloa, apoyo político

En medio de la crisis desatada por la aparición de El Mayo Zambada al sur de Nuevo México, secuestrado por Joaquín Guzmán López el pasado jueves 25 de julio, a pesar de que entonces López Obrador dijera que no habría ninguna reacción violenta, ésta se salió de madre en Sinaloa.

Y no solo eso.

El gobernador morenista Rubén Rocha Moya quedó en medio de la sospecha agravada por la actuación de su fiscal tras el asesinato del diputado Héctor Cuén, que asistió al encuentro matutino en Huertos del Pedregal de aquel día, donde Zambada mediaría en el conflicto entre ambos, que confiaban en él, por el control de la universidad.

Lo que se conoce ahora es que Rocha Moya no fue, pero sí el hijo de El Chapo Guzmán, que secuestró a Zambada allí, donde ejecutaron a Cuén, y se lo llevó a Estados Unidos.

En medio de la guerra que estalló tras la entrega de Zambada, Rocha entró en una crisis de la que no ha podido salir, agravada por el montaje de su ex fiscal Sara Bruna Quiñonez para decir que el asesinato de Cuén fue en una gasolinera, aquella noche, cuando lo habían matado por la mañana. ¿Para qué la otra versión?

En esta crisis, Morena ha querido salir por la vía política en apoyo del gobernador y el jueves lo recibió con honores y loas en el Senado. Fue sentado en el presídium e Ignacio Mier, vicecoordinador del régimen, acusó a Francisco Labastida, por ser gobernador de Sinaloa hace ¡32 años! y secretario de Gobernación del 3 de enero de 1998 al 21 de mayo de 1999, y dijo que en esa semana solo se habían registrado cinco homicidios, lo que es falso.

En esa semana del 21 al 27 de octubre asesinaron a ¡52!, no cinco. Suman 286 homicidios y más de 200 desaparecidos en este lapso.

Entiendo la desesperación oficial, pero la mentira —han sido cinco esta semana— y el boato, sentarlo en el presídium, no llevan a nada.

Y vamos a peor porque todo eso a los sinaloenses les vale madre. El tema es con ellos, no con los senadores de Morena.

RETALES

1. RETORNO. La construcción ha sido la perdición del Infonavit. Cuando lo creó Luis Echeverría en abril de 1972, los contratos eran para empresarios y líderes sindicales y fracasaron por la corrupción. Luego se dieron a desarrolladoras y volvieron a fracasar. Ahora crearán la gran constructora de la 4T, no a salvo de lo mismo: la corrupción;

2. SALIDAS. Hoy renunciarán siete ministros de la Corte, no las tres de la 4T: Lenia, Loretta y Yasmín. De lo contrario, perderán los derechos laborales de toda una vida y la pensión; y

3. RECURSO. El ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá presentó un recurso contra la reforma judicial que deja a salvo a magistrados y a jueces, pero no a ministros. Anoche el Senado buscaba formar al comité de cinco, morenistas, claro, que elegirán candidatos a juzgadores.

Opinión -Joaquín López-Dóriga

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