La vacuna contra la influenza protegería del Covid-19 en grado mínimo
La vacuna contra la influenza, no sólo reduce de manera sustancial el riesgo de padecer esta enfermedad, sino que podría facilitar el trabajo del personal médico para enfocarse en atender a los pacientes con COVID-19, destacó el médico Eric Ochoa Hein, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).
En el periodo 2018-2019, 97 por ciento de mexicanos que fallecieron por influenza en hospitales no estaba vacunado, además de que la inmunidad de rebaño –derivada de una vacunación masiva– reduce las posibilidades de enfermar y contagiar a otros, lo cual abatiría la tasa de casos y preservaría la infraestructura médica, los recursos humanos y los materiales.
El investigador adscrito a la subdirección de Epidemiología Hospitalaria y Control de la Calidad de la Atención Médica refirió la posibilidad de que algún mecanismo cruzado de la vacuna tenga un efecto en las defensas que permita a la vez proteger, aunque sea en un menor grado, del COVID-19.
Un estudio recién publicado en Brasil demostró que puede haber una reducción de infección por el nuevo coronavirus, pues aquellas poblaciones que se vacunaron contra la influenza tuvieron menos casos de SARS-CoV-2 en todos los rangos de edades, por lo que es recomendable aplicar esa medida para que el organismo tenga tiempo de generar defensas.
En la influenza pueden aparecer más rápido molestias graves y se calcula una letalidad de 1.1 por ciento, contra hasta tres por ciento en el COVID-19, aunque hay todavía “muchos datos que vamos aprendiendo día con día; algo que toma más auge es lo que llamamos inóculo, es decir, la cantidad de virus presente en las secreciones respiratorias”, cuya concentración se asocia a la capacidad infectante.
El virus de la influenza se transmite por gotas generadas al hablar, estornudar o toser, o por contacto; el SARS-CoV-2 utiliza además aerosoles –partículas finas originadas al toser o estornudar en lugares cerrados– de ahí que el potencial de contagio sea mayor.
La transmisión puede ocurrir desde dos o tres días antes de que aparezcan las señales del padecimiento, por lo que es importante portar el cubrebocas “cuando estamos acompañados, asumiendo que cualquiera podría tener el virus, aunque no lo manifieste”.
Advirtió que el COVID-19 podría convertirse en endemia, es decir, que al final se establezca y surja cada cierta temporada, igual que la influenza. “Aún no sabemos si tendrá un comportamiento estacional, pero lo anticipamos porque es algo que comparten todos los coronavirus”, dijo en la ponencia COVID-19 + influenza= ¿La otra nueva normalidad?