Desconfianzas en la segunda ola del Covid-19
La desconfianza de la información periodística continúa aumentando, y puede crecer más a causa de la segunda ola del Covid-19. ¿Qué errores están cometiendo los gobiernos y organizaciones de noticias?, ¿Cuán informada están las audiencias?, ¿Qué opinan del trabajo periodístico?, ¿Y qué personas son las más vulnerables a la información falsa? El informe: “Comunicaciones en la crisis del coronavirus: lección para una segunda ola”, que forma parte del proyecto de noticias e información Covid-19 del Reino Unido elaborado por el Instituto Reuters, responde algunas de estas preguntas. Pero mejor vamos por partes:
Infodemicamente vulnerables. La infodemia es la excesiva cantidad de información, caracterizada por la carencia de fuentes confiables; y es que la pandemia ha aumentado el número de audiencias que consumen poca o ninguna noticia, afirman que “no confiaría en la información, incluso si la consultara”. Este dato creció de 6%, al comienzo de la crisis, al 15% a finales de agosto. La mayoría del público del Reino Unido sí está informado de la pandemia como una enfermedad, pero consideran que los medios de información deberían de centrar menos sus fuentes en políticos; excepto cuando sea absolutamente necesario, y ofrecer más tiempo a fuentes que son altamente confiables como los integrantes del Servicio Nacional de Salud, científicos y médicos.
Disminución y desconfianza. Al inicio del Covid-19, aumentó el consumo y confianza en las noticias, pero ahora se agudiza la desconfianza. Las siguientes audiencias son las más consumidoras: Personas mayores, de esos que llaman señores, género masculino, los grupos con ingresos económicos altos y población con educación superior. Otros datos importantes son: 43% opina que el gobierno está haciendo un mal trabajo; y su confianza ha disminuido de 45% a 22%; además el 38% está muy preocupada por la información falsa o engañosa del gobierno del Reino Unido. Por otra parte, el 35% opina que la pandemia ha empeorado a causa de la cobertura de los medios de información; y la confianza en las organizaciones de noticias cayó de 45% a 12%. En cambio, los científicos, médicos y las organizaciones de salud gozan de una amplia credibilidad que va del 85% al 75%.
Y a todo esto, ¿Cómo podría el Reino Unido encontrar una manera de superar la crisis de comunicaciones del coronavirus después de las lecciones de primavera y verano? Una primera hipótesis de esta investigación es que, si la segunda ola de contagios empeora, no solo en términos de la cantidad de casos confirmados, sino en de muertes y daños económicos, habrá otro aumento en el consumo de noticias. Pero se enfrentará a un público que no confía en el gobierno, ni en los medios de información. La sugerencia más racional sería llevar a escena a más médicos, enfermeras y científicos, y menos políticos y expertos.
Pero ¡Ojo!, en una democracia, los científicos y las autoridades sanitarias no tienen derecho a tomar estas decisiones en nuestro nombre; solo lo puede hacer el pueblo y sus representantes electos. “Los expertos son una fuente para informarnos y poder tomar nuestras decisiones”, concluye el estudio. El planteamiento del problema es el aumento en la desconfianza de los gobiernos y medios de información, a causa de muchos factores, pero tal vez el principal problema es ¿Cómo se están comunicando los gobernantes con los gobernados? O en otras sabias palabras —el problema está en— “el medio es el mensaje”, como decía el profesor canadiense Marshall McLuhan.
*Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco