Democracia y la construcción del enemigo
El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar, decía Sun Tzu. El general y estratega militar aconsejó que: “Practica las artes marciales, calcula la fuerza de tus adversarios, haz que pierdan su ánimo y dirección, de manera que, aunque el ejército enemigo esté intacto sea inservible: esto es ganar sin violencia”. Añadió en su obra que un maestro experto en las artes marciales deshace los planes de sus enemigos, estropea sus relaciones y alianzas, le corta los suministros o bloquea su camino, venciendo mediante estas tácticas sin necesidad de luchar. Dos mil 500 años después observamos cómo estas prácticas se utilizan en México, pero en la relación de algunos políticos profesionales y medios de información ya que los primeros exhiben y responsabilizan públicamente a los periodistas de obstaculizar la invisible, pero matraquera transformación del país.
De acuerdo con el estudio: “Los límites de la democracia: la 4T y la construcción del enemigo” elaborado por @Signa_Lab del ITESO, la estigmatización, descalificación y escarnio al que se somete constantemente a aquellos a los que se considera “adversarios” al proyecto del presidente AMLO y la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, ha alcanzado métricas que fortalecen los discursos de odio, y que aumentan la tensión en las relaciones entre el gobierno y sus legítimos críticos.
En democracia, la crítica y desacuerdos entre los periodistas y la clase política son parte del debate de las ideas. Para el historiador y teórico argentino Ernesto Laclau, —citado en el estudio— hay una relación entre el concepto de “populismo” y el discurso político; debido a que construye espacios sociales como la identidad, la conciencia y las acciones de ciertos grupos y logra un conflicto entre “nosotros” y “ellos”. O en otras palabras se rinde un tributo a las películas del director mexicano Ismael Rodríguez en Nosotros los pobres y ustedes los ricos, en donde se generaliza y colocan etiquetas morales a las condiciones sociales. En fin, para Laclau el concepto de “otredad” explica al “enemigo”, entendido como una frontera de exclusión entre la sociedad.
@Signa_Lab analiza tres casos del mes de septiembre: 1.- Respuestas a la aparición del desplegado firmado por 650 personas del periodismo, intelectuales, científicos y académicos: “En defensa de la libertad de expresión; 2.- Presentación de monitoreo de las columnas de opinión en medios impresos presentado por el Presidente, con el objetivo de mostrar que sí existe libertad de expresión; y 3.- Las respuestas de Claudia Sheinbaum a las marchas feministas, en el marco del Día de Acción Global por el Aborto Legal, donde se acusó de que las manifestaciones estaban infiltradas y utilizadas para desacreditar al gobierno de AMLO.
Los ejemplos anteriores, en cualquier gobierno democrático serían parte del paisaje de los derechos civiles a través del derecho a la participación, crítica, rendición de cuentas y transparencia en el ejercicio de gobierno. Sin embargo, el principal hallazgo del análisis es que existe una articulación entre los discursos oficial y el que circula en las redes sociodigitales caracterizado por el odio. Citando a Ernesto Laclau, esto es un ejemplo del uso del discurso político desde la lógica del nosotros contra ellos o “ellos, los abajo firmantes, ellos, los editorialistas, ellos, los medios de comunicación, ellas, las mujeres”. Desde hace meses los periodistas son uno de los enemigos identificados por parte del gobierno, quienes utilizan el supremo Arte de la Guerra para tratar de someter al enemigo sin luchar.
Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco