La especia de ‘Dune’ podría ser más real de lo que imaginas
Desde peces alucinógenos hasta nematodos que exudan feromonas que alargan la vida, muchos animales de la Tierra secretan químico similares a los gusanos de arena de Arrakis.
El frasco de líquido azul se cierne sobre el ojo de la Hermana, una amenaza mortal y una promesa de renacimiento suspendida en una gota de zafiro. Momentos después, el veneno entra en su torrente sanguíneo y comienza a causar estragos en su cuerpo.
Esta escena, de uno de los primeros episodios de la nueva serie precuela de Dune de HBO (en la plataforma Max, en España), Dune: La Profecía, muestra la ficticia Agua de la Vida, un poderoso narcótico extraído de gusanos de arena jóvenes en el planeta desértico Arrakis. Las mujeres que pertenecen a la Bene Gesserit, la hermandad de asesoras políticas psíquicas en torno a la que gira la serie, dependen de ella para algunos de sus ritos más importantes. Junto con la mezcla de especias, otro subproducto de los gusanos de arena gigantes de Arrakis, el Agua de la Vida ayuda a las Hermanas a mejorar sus sentidos, conectarse con sus antepasados y mirar hacia el pasado y el futuro.
Las Bene Gesserit no son la única facción de Dune que depende de las secreciones de gusanos de gran tamaño para sus poderes. Los llamados “Navegantes de la Cofradía Espacial” consumen grandes cantidades de especias para inducir un estado mental clarividente, lo que les permite guiar naves espaciales a través del espacio interestelar. Mientras tanto, el pueblo “Fremen” de Arrakis come especias por sus propiedades que alteran la mente y sus beneficios para la salud.
El exudado de gusano numinoso que puede prolongar vidas y desencadenar experiencias extracorporales suena como pura fantasía. Pero hay animales aquí mismo, en la Tierra, que producen feromonas, defensas químicas y otras sustancias con propiedades similares.
“En Dune, muchas cosas parecen superpoderes”, dijo Alison Schapker, showrunner y productora ejecutiva de Dune: La Profecia, a National Geographic. Sin embargo, dice Schapker, incluso los elementos más fantásticos de Dune a menudo se han pasado “a través de la lente de la evolución”.
Aquí hay algunos ejemplos de evolución en el mundo real que produce elixires aparentemente mágicos.
Una gran prolongación de la esperanza de vida
La especia del gusano de arena gigante puede tener más valor comercial, pero en la Tierra los humildes nematodos producen un arsenal igualmente impresionante de productos químicos. Estos gusanos diversos y altamente adaptables segregan un cóctel de poderosas feromonas. Al igual que el Agua de la Vida, algunas de estas fermonoas actúan como una poción de amor, ayudando a los gusanos a atraer parejas.
Otras feromonas remodelan la anatomía de los nematodos, de forma similar a cómo la exposición prolongada a las especias hace que los cuerpos de los Navegantes muten. Algunos productos químicos incluso hacen que los nematodos entren en un estado de hibernación conocido como “estado de dauer” que puede prolongar su vida útil mucho más que una taza diaria de té con infusión de especia.
“Esta es una etapa de vida realmente genial del gusano, porque el ciclo de vida normal dura entre cinco y 30 días, pero [los nematodos] pueden pasar hasta ocho meses en esta etapa de dauer”, dice Michael Werner, experto en nematodos de la Universidad de Utah (Estados Unidos).
Es probable que las feromonas de los nematodos no puedan desencadenar alucinaciones (aunque Werner admite que los científicos no han investigado el asunto).
Fauna psicodélica por sobre y debajo del mar
Varias especies de peces, anfibios y, posiblemente, insectos producen sustancias químicas que pueden inducir estados alterados, dice Laura Orsolini, profesora asistente de psiquiatría en la Universidad Politécnica de Marche en Ancona, Italia, coautora de un artículo de revisión sobre la llamada “fauna psicodélica”.
Hay muy pocos estudios formales sobre los psicodélicos de origen animal. En muchos casos, los científicos no saben qué sustancias químicas que alteran la mente están presentes o por qué el animal las produce (aunque los biólogos a menudo sospechan que los alucinógenos naturales cumplen un papel defensivo). Por lo general, los investigadores solo se dan cuenta de los efectos alucinógenos de un animal gracias a historias anecdóticas.
“Su uso es completamente experimental”, dice Orsolini.
Experimentar con animales psicodélicos puede tener poderosas consecuencias. Por ejemplo, la salpa o salema (Sarpa salpa), también conocida en algunos sitio como el pez de “sueño” o “pesadilla”. Si bien este pequeño habitante del Mediterráneo con rayas doradas parece inofensivo, las personas ocasionalmente han experimentado alucinaciones aterradoras después de ingerirlo.
Una parábola oportuna
La difícil situación del sapo alucinógeno ofrece una advertencia a las Bene Gesserit, y a otros, que dependen de los gusanos de arena para sus drogas psicoactivas. Werner, el experto en gusanos, teoriza que la sobreexplotación de la especia, que se cosecha industrialmente en Arrakis mediante enormes máquinas mineras, podría tener un efecto devastador en la ecología del planeta.
“Si se agota toda la especia de Arrakis, o se supera algún punto de inflexión del umbral, entonces se perderían las larvas [del gusano de arena]” que la consumen, dice. Perder las larvas significa perder los gusanos de arena gigantes, que, según la novela Dune de Frank Herbert, producen una enorme cantidad de oxígeno del planeta.
Esto “haría que el ecosistema colapsara”, dice Werner.
Un posible desmoronamiento ecológico debido a la sobreexplotación de las especias “refleja nuestra situación en la Tierra muy, muy de cerca”, dice Villa. Para evitarlo, Villa dice que los grupos que dependen de la especia deben “encontrar la manera de manejarla de manera cooperativa”.
La protección de los gusanos de arena, la especia y el planeta desértico que sustenta a ambos es un tema central en Dune, incluso si no siempre está impulsando la trama, dice Schapker.
“La presión de un recurso limitado del que todo el Imperio ha llegado a depender… ¿Pueden sostener el uso de especias?”, se pregunta. “Hay mucho en juego”.
Organización multimedia global National Geographic
