Mis dos Centavos: Elecciones en Oaxaca
Presagio, s. Señal de que algo
ocurrirá si no ocurre nada. (A. Bierce)
Inició formalmente el Proceso Electoral en Oaxaca, donde las oaxaqueñas y oaxaqueños estaremos eligiendo, —además de lo que indica una Presidenta de la República, las diputaciones federales y el Senado— a las diputaciones locales y las concejalías de 153 municipios de la entidad.
En cinco boletas o cuatro, en el caso de los municipios regidos por su sistema normativo indígena, podremos ejercer nuestro derecho de elegir a nuestras autoridades.
Pero, el que estos papeles lleguen a nuestras manos, depende de una coordinación entre el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, que en cada proceso se enfrascan en un duelo de egos y que con las experiencias recientes prende una alerta en la entidad.
Si bien estas no son las primeras elecciones concurrentes en las que participa el órgano electoral local, sí son las primeras con su nuevo liderazgo, pues recordemos que en 2021, el INE nombró a la nueva presidencia.
Si bien, la primera prueba fueron las elecciones extraordinarias y casi de inmediato la elección ordinaria a la Gubernatura, lo cierto es que la presión de un proceso en el que el INE debe vigilar de cerca las acciones en los OPLES y éstos a su ves deben garantizar cumplir en tiempo y forma con los plazos marcados en su calendario de coordinación, ésta será la primera gran prueba que se tiene en puerta.
¿Podrán con esta presión? Cuando en un proceso electoral relativamente “tranquilo” se dieron denuncias por violencia en razón de género por personas colaboradoras del mismo órgano electoral local.
Existe un funcionariado en el Instituto local que año con año se prepara para elecciones por el sistema de partidos y el grueso de municipios por sistemas normativos indígenas, pero éste, ha dado muestras de conflictos con el área administrativa a través de diversas denuncias por las redes sociales.
Que tanto afectarán estos conflictos laborales con la organización de las elecciones.
Al INE, obviamente no le interesan las relaciones laborales al interior de los OPLES, necesita que éstos organismos públicos cumplan con la parte correspondiente en el plan integral.
Además, no hay que perder de vista que al ser el proceso electoral “más grande de la historia”, significa que los tiempos para la impresión de documentación y contratación de servicios deben darse con tiempo suficiente y dentro de los marcos legales de transparencia y rendición de cuentas, pues nadie quiere un escenario donde no exista la certeza de tener una boleta para votar en el extranjero, anticipadamente o el domingo 02 de junio de 2024.
Y en ese sentido, no sorprendería que llegado el momento, se determine ejercer la facultad de ley y tomar la batuta en la organización de las elecciones locales, un trabajo que el INE tratará de impedir a toda costa.
Pero bueno, confiemos en que nada de ello suceda, y el 2 de junio de 2024, tengamos las boletas necesarias en nuestras manos para votar por la primera Presidenta de México.