Mis dos centavos | La omisión por conveniencia
Política, s. Conflicto de intereses disfrazados de lucha de principios
- Bierce
El 2022 en un año decisivo para el Estado de Oaxaca, pues el primer domingo de junio tendremos la elección de quien asumirá el cargo de gobernador o gobernadora de la entidad.
Pero antes de que llegue ese día, los partidos y actores políticos nos han estado bombardeando en los medios de comunicación con diversos nombres, colores, líneas discursivas, sobre lo que ellos consideran la mejor opción para gobernar Oaxaca.
Ahora bien, el proceso electoral se compone de cuatro etapas: la preparación de la elección; la jornada electoral; resultados electorales y declaración de validez; y para esta elección el dictamen y declaración de validez de la elección de gobernador o gobernadora.
Esa primera etapa, la de preparación, es la parte de coordinación y logística, donde se preparan los documentos a utilizar, se presentan plataformas electorales, se registran candidaturas, se ubican casillas, se designan a nuestras vecinas y vecinos quienes estarán en las casillas, y es cuando los partidos políticos nos llenan de spots y publicidad.
Legalmente se llaman “precampaña y campaña” a los momentos en que los partidos políticos buscan el mínimo pretexto para exaltar sus virtudes y señalar los errores de sus contrincantes.
Hasta aquí, todo en el marco de lo que usualmente vivimos en cada proceso electoral, sin embargo, en procesos recientes se ha visto un fenómeno que desnuda a los partidos, la habilidad de usar la ley a su modo, encontrar los recovecos para su beneficio; pareciera que la ley no se hizo para respetar sino para hallar sus vacíos.
Si bien, en nuestra legislación electoral, —la de Oaxaca—, el periodo de precampaña viene determinada en los artículos 26 y 175, y ahí nos dicen que esta etapa debe iniciar en la tercera semana del mes de diciembre y tendrá una duración no mayor de cuarenta días.
Pero, gracias a las redes sociales, medios de comunicación impresos y electrónicos, así como un sinfín de espectaculares no tuvimos que esperar a la tercera semana de diciembre, desde la conclusión del proceso electoral pasado, ya se difundían y mostraban fotografías e imágenes sobre tal o cual aspirante, sobre lo bonito que le iría a Oaxaca si “alguien” pudiera llevar sus riendas.
Lo único que debían cuidar era “no hacer un llamado al voto”, disfrazar su lenguaje, cambiar el tono, pero no la narrativa, ello era suficiente para ocupar espectaculares, portadas de revistas y páginas de Facebook y Twitter, no se diga de los videos que circularon por Whatsapp.
Esa triquiñuela, es —desde mi opinión— una omisión por conveniencia, donde los actores políticos se acusaban mutuamente de no respetar los tiempos señalados en la ley, presentando sendas quejas ante el órgano electoral, mientras que, por otro lado, las principales figuras de los partidos políticos en franca campaña mediática.
Sí, hay un vacío legal, no piden el voto y las reuniones se disfrazan de encuentros con la militancia, porque la jurisprudencia señala que para acreditar el acto anticipado de campaña “se requiere que el mensaje sea explícito o inequívoco respecto a su finalidad electoral”, en otras palabras una ambigüedad.
Pregúntense ustedes si los mensajes que les enviaron desde junio del año pasado, las portadas de medios, las entrevistas, los videos de Facebook, las reuniones con la militancia, no afectan en la contienda electoral.
Al día de hoy, los partidos políticos se encuentran en precampaña, son momentos en que se deben dirigir a su militancia —quienes todavía la conservan— y por salud mental, deberían darle espacio a la ciudadanía para que analice, se informe y decida con esos datos, y no como una respuesta a la “indigestión” política.
¿Hace falta cerrar esos vacíos en la ley para que los partidos la cumplan? ¡Claro!, pero no está demás pedirles a las y los políticos un poco de respeto a las leyes que ellos mismos crearon, porque si no respetan lo que firmaron y votaron, ¿Qué futuro nos depara?.
Twitter: @argelrios