Urgente investigar suicidios para descartar que encubran feminicidios: Gesmujer Rosario Castellanos
Además de ser un hecho profundamente indignante, el presunto suicidio de Sinachi y Zoe, dos niñas de 11 y 9 años, cuyos cuerpos fueron encontrados sin vida la madrugana de este miércoles en la agencia de San Martín Mexicapam, del municipio de Oaxaca de Juárez, representa un llamado de atención urgente ante el riesgo de que las personas agresoras intenten simular un suicidio para encubrir actos de feminicidio.
Por ello como Grupo de estudios sobre la mujer Rosario Castellanos, hacemos un llamado a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca para que atienda la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sentencia 554/2013, donde indica que absolutamente “todas las muertes violentas de niñas y mujeres deben investigarse como feminicidio con perspectiva de género”.
Desde el movimiento feminista, del cual somos parte, hemos posicionado la gravedad de la violencia de género que existe en Oaxaca. una violencia que se expresa en todas sus formas, tanto física, psicológica, sexual y económica, como en todos los ámbitos, desde el familiar, escolar, laboral comunitario y social, siendo la más extrema la violencia feminicida.
Es importante mencionar que de acuerdo con nuestro monitoreo de violencia feminicida, en este año han ocurrido otros dos presuntos suicidios de menores de 18 años. Hablamos de cuatro niñas y adolescentes que han perdido la vida de manera violenta, además de cinco mujeres entre 19 y 44 años. En total hay nueve casos que deben ser investigados bajo el protocolo de feminicidio.
Sin considerar los casos registrados como suicidio, en este 2021 suman 72 mujeres, adolescentes, niñas y una bebé que han sido asesinadas de manera violenta, por lo que es sumamente preocupante que actos de violencia extrema pudieran estar ocultos.
Corresponde a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca investigar cada uno de esos casos, porque desafortunadamente existen antecedentes como el de Fany, ocurrido en septiembre pasado en la agencia El Porvenir del municipio istmeño de Juchitán de Zaragoza, el cual también se registró inicialmente como suicidio, cuando en realidad se trató de un feminicidio.