Adicciones en tiempos de Covid-19

En varias ocasiones he señalado que el ser humano es un ser social por naturaleza, es decir, en su estado natural, necesita interactuar con diversos miembros de su propia especie para desarrollarse en plenitud, y es solamente a través de la convivencia que puede generar los lazos afectivos necesarios para ser feliz.

 

Como es por todos sabido, desde el mes de marzo del año 2020, la Organización Mundial de la Salud emitió la declaración que la enfermedad por Coronavirus SARS-CoV-2, Covid-19 es una pandemia mundial, por lo que, ante el desconocimiento de su funcionamiento, formas de contagio y gravedad, se emitieron diversas medidas sanitarias de distanciamiento social, afectando considerablemente nuestra interacción como seres humanos, pues, en el caso de México, solamente pudieron continuar las actividades esenciales para el Estado, se restringieron las reuniones públicas, el acceso a los espacios públicos y parques, las clases se desarrollaron de manera virtual y así, gradualmente nos fuimos aislando, alejándonos del calor reconfortante que da la convivencia humana.

 

No somos islas, todos necesitamos de todos para crecer en sociedad, es por eso que, la pandemia por Covid-19, a la par de dejar estragos terribles en la economía, la educación y la propia confianza en nosotros mismos, pues el distanciamiento social, el duelo por la pérdida de nuestros familiares y amigos, la pérdida de la economía, afectan nuestro ánimo, dando origen a  una nueva pandemia, las enfermedades por salud mental.

 

De una investigación realizada por los Centros de Integración Juvenil, se desprende que, desde el comienzo de la pandemia, han aumentado los casos de ansiedad y depresión, lo cual, por supuesto fomenta el uso de sustancias adictivas, como lo son: el alcohol, el tabaco, las drogas.

 

Según la Organización Mundial de la Salud, más del 4% de la población mundial vive con depresión, siendo los más propensos a padecerla: las mujeres, los jóvenes y los ancianos, incluso, ocupa el primer lugar en la discapacidad para las mujeres y el noveno para los hombres, pues se estima que el 9.2% de la población ha sufrido depresión, y que una de cada cinco personas sufrirán de dicho padecimiento antes de los 75 años.

 

El Instituto de Estadística, Geografía e Informática, señala que 34.85 millones de personas se han sentido deprimidas, siendo que 20.37 millones son mujeres, mientras que 14.48 millones son hombres.

 

Estudios realizados por Ecovid-19, señalan que derivado del confinamiento obligatorio para evitar la propagación de la enfermedad generada por COVID-19, incrementó al inicio del mismo,  y a pesar que ha disminuido brevemente con el paso del tiempo, es una realidad que el vivir una pandemia larga e incierta, de la cual aún no sabemos fecha de terminación, implica que los padecimientos mentales se mantendrán por un largo periodo de tiempo, pues en el mes de abril del año 2019, que fue el primer mes de confinamiento en México por COVID-19, la prevalencia de depresión se incrementó exponencialmente en relación a la medición realizada en el año 2018.

 

En ese sentido, resulta indispensable cuidar nuestra salud mental, y ser empáticos con los demás, para lo cual, la Organización Mundial de la Salud da algunas recomendaciones importantes: mantenernos informados, recurriendo a fuentes fiables, seguir una rutina, levantándonos y acostándonos a una hora similar, no descuidar la higiene personal, comer saludablemente en horarios fijos, hacer ejercicio, establecer horarios para trabajar y descansar, reservar tiempo para hacer cosas que disfrutemos, reducir la exposición a noticias, mantener el contacto social, incluso si solamente puede realizarse a través de las tecnologías de la comunicación, controlar el tiempo de pantalla, no abusar de los videojuegos, utilizar adecuada y sobre todo responsablemente las redes sociales, ayudar a los demás, no discriminar y evitar el consumo de alcohol y drogas.

 

Es por eso que, en el marco del día internacional de la lucha contra el uso indebido y tráfico ilícito de drogas, Centros de Integración Juvenil Oaxaca, inauguró una jornada académica virtual para fomentar estilo de vida saludable, destacando que algunos de los trastornos mentales por aislamiento más frecuentes son: estrés, depresión, irritabilidad, insomnio, miedo, ira, frustración y violencia.

Debemos evitar el uso de las drogas y el alcohol para generar una versión distinta de nuestra realidad, así como enfrentarnos al miedo, el aburrimiento, el aislamiento y la ansiedad, pues lo anterior, nos hace más vulnerables a contraer infecciones y tener resultados negativos en nuestro tratamiento, pues se ha demostrado que las personas que consumen sustancias o tienen un trastorno o una adicción tienen hasta 1.5 veces, más probabilidad de contraer COVID-19, aunado que su padecimiento tiende a ser más grave e incluso, mortal.

Es cuanto.

 

Jaime Alejandro Velázquez Martínez.

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