El golpe de la pandemia en la educación de millones
“Allá hay equidad. Puedes estar sentado con un millonario al lado y no te discriminan por no tener dinero. Eso es lo que más extraño del otro lado. Aquí trabajo mucho y gano poco, muy poco.”
Él es Lucio. Un taxista que vive a las afueras de Valle de Bravo. Un hombre que todos los días se levanta a las 5 de la mañana y termina pasadas las 10 de la noche para sacar el gasto mínimo de su familia. Es papá de una niña de 5 años y un bebé de 4 meses. Ambos venían en el coche con él cuando me platicó que son la razón por la que no piensa regresarse al otro lado. Eran casi las 11 de la noche.
“Allá, en Estados Unidos, lo que ganas en un día es lo de toda tu semana aquí, una buena semana trabajada de lunes a lunes”, me dice.
“Le digo una cosa señorita”, me pregunta, antes de terminar el viaje. “Lo que más más extraño es mi escuela. Con mis documentos falsos tuve acceso a poder terminar de estudiar allá y hasta el inglés le manejaba”, me cuenta. “Aquí, ni aunque quisiera podría. No me alcanza el tiempo y tengo una familia que alimentar”, describe. “Llegué de mojado, pero con los estudios fui creciendo dentro de mi trabajo. Aprender otro idioma me dio mucha ventaja”, termina.
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La pandemia cambió al sistema educativo en 180º, la Encuesta para la Medición de Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED), realizada por el INEGI resaltó que 5.2 millones de estudiantes no continuaron con sus estudios, el 58.9% a consecuencia de la pandemia, cerca del 9% por falta de recursos y casi el 7% por verse obligados a trabajar.
La estrategia del gobierno mexicano para garantizar el derecho a la educación pública fue a través de la apertura de espacios en televisión y radio, destinando 450 millones de pesos a las cuatro televisoras con mayor penetración del país. Esta iniciativa fue evaluada por la ECOVID-ED, misma que reveló que sólo el 5.3% de las personas encuestadas emplearon la televisión como el medio para continuar trabajando en los programas educativos, mientras que el 65.7% continuaron con sus estudios usando teléfonos inteligentes. El programa “Aprende en casa”, falló.
México es uno de los países de Latinoamérica –y el mundo- donde las escuelas han estado cerradas por más tiempo (más de 14 meses): 3 de cada 5 niños y niñas que perdieron un año escolar en el mundo durante la pandemia, viven en América Latina y el Caribe.
UNICEF señala que el regreso a clases debe ser prioritario y se deben crear las estrategias necesarias para la reapertura de las escuelas. Por ello, la UNESCO realizó un esfuerzo de investigación respecto a la aplicación de vacunas a las y los maestros en el mundo. Aquí algunos de sus hallazgos: países como Chile, Rusia, China y Marruecos clasificaron a los docentes como parte del primer grupo prioritario para recibir la vacuna. Países como España, Estados Unidos, Alemania y Uruguay ubicaron a las y los maestros como el segundo grupo prioritario. Nuestro país junto con Argentina, Italia, Pakistán y Brasil reconocen a los docentes como el tercer grupo prioritario.
Por todo ello, la reapertura de los espacios educativos en todos los niveles desde ser uno de los pilares para la reestructuración de nuestro país de cara al COVID-19, contar con espacios dignos, limpios, contar con maestros del sector público y privado capacitados y vacunados deben ser sólo algunas de las prioridades del Estado para este año. Nuestras niñas, niños y adolescentes no merecen más rezago.